"Se está tratando a Irlanda de daño colateral en todo este debacle mientras Theresa May trata de aferrarse al poder", denunció David Cullinane, diputado en el Parlamento de Dublín y portavoz del partido en Brexit.
Pero la frustración se mantiene y los diputados tories comentan ya abiertamente de que no se trata tanto de si como de cuando se lanzará el desafío definitivo contra el liderazgo de May.
Los laboristas británicos también relacionan la acusada fractura del gabinete y partido conservador con el aparente estancamiento de las negociaciones de salida del club de Bruselas.
"No ha habido progreso significativo en las conversaciones entre el Gobierno británico y la UE y las negociaciones no pueden avanzar a la siguiente fase", asumió Cullinane.
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La UE exige "suficiente progreso" en las tres cuestiones del divorcio —ciudadanía, Irlanda y arreglo económico— antes de abrir negociaciones sobre la futura relación con Reino Unido.
"Se ha aceptado que Irlanda requiere una solución singular y creemos que se debe designar al norte (el británico Ulster) con un estatus especial dentro de la UE que incluya continuidad en la unión aduanera y el mercado común", reafirmó el portavoz republicano del brexit.
Sinn Fein presiona al Gobierno de Dublín a "ejercer su veto" en la votación sobre el progreso de la primera fase de la negociación Brexit, que debería tener lugar durante la Cumbre de la UE prevista los próximos 19 y 20 de octubre.
Se estima que Londres no logrará el aprobado hasta que aporte más detalles sobre su compromiso con las finanzas de la UE en los años posteriores al periodo de transición hacia el posbrexit.