"Nuevamente, en un acto de buena fe y compromiso con la paz, los pueblos indígenas quedamos a la espera de que el Gobierno Nacional cumpla con su palabra con los pueblos", señaló la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) en un comunicado emitido desde el municipio de Santander de Quilichao (Cauca, suroeste).
La minga se mantenía desde el pasado 30 de octubre en 16 de los 32 departamentos del país y en ella participaron alrededor de 100.000 indígenas de 102 comunidades, quienes a través de la movilización pidieron al Gobierno central que cumpliera el acuerdo de paz pactado en La Habana, específicamente el capítulo étnico.
En el comunicado de este 9 de noviembre los indígenas denunciaron que después de diez días de movilización, 40 de sus integrantes resultaron heridos en enfrentamientos con la policía y que a 20 se les iniciaron procesos judiciales.
Asimismo, señalaron que "el Gobierno ha sido complaciente con la violencia" contra sus pueblos "y ha permitido que la desidia y abandono sigan siendo la principal política pública" que les aplica.
"Esto no ha impedido ni impedirá que sigamos aportando a la paz de Colombia", subrayaron.
El anuncio de establecer una asamblea permanente se dio luego de que el Gobierno central asumió compromisos para avanzar en el cumplimiento de acuerdos y garantías a los derechos colectivos de los indígenas, de acuerdo con lo solicitado en un pliego de exigencias.
Una comisión integrada por la Iglesia Católica, delegados de la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos, senadores y el expresidente Ernesto Samper (1994-1998) se encargará de hacer seguimiento a los acuerdos pactados.