"Ercolini llamó a declarar a Lagomarsino para el 14 de noviembre", adelantaron a Sputnik fuentes judiciales.
"El profundo análisis en conjunto de los elementos probatorios colectados, los resultados de los análisis periciales efectuados y la totalidad de las particularidades descriptas a lo largo de la presentación efectuada indica en forma concluyente que Natalio Alberto Nisman fue víctima de un homicidio", sentenció el representante del Ministerio Público Fiscal.
En la decisión del fiscal tuvo especial trascendencia un informe de una junta interdisciplinaria de la Gendarmería (policía de fronteras con facultades policiales) entregado a la justicia el pasado 22 de septiembre, en el que se concluye que Nisman fue asesinado.
Ese análisis "brindó una respuesta razonada y fundada a muchas cuestiones que hasta el día de la fecha no habían sido zanjadas", fundamentó el fiscal en su dictamen.
"Las circunstancias que rodearon la muerte de la víctima impiden siquiera considerar la posibilidad de un suicidio", añadió Taiano.
El juez Ercolini dispuso el secreto del expediente apenas recibió el dictamen del fiscal, quien también solicitó la declaración indagatoria de los agentes que oficiaban como guardaespaldas de Nisman por no haber cumplido con sus deberes de funcionario público.
Contexto
Lagomarsino, imputado hasta ahora por facilitar un arma a Nisman, colaboraba con el fiscal cuando este fue responsable de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) encargada de esclarecer el atentado de 1994 a la sede de la AMIA (Asociación Mutualista Israelita Argentina), en el que murieron 86 personas.
En 2015, una autopsia realizada por los 13 miembros del Cuerpo Médico Forense que depende de la Corte Suprema no observaron indicios de la participación de una segunda o tercera persona en la muerte del fiscal.
La querella, representada por las dos hijas del fiscal, abogó desde el comienzo por la tesis del asesinato.
Cuatro días antes de morir, Nisman denunció a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) por supuesto encubrimiento de altos cargos iraníes acusados por la justicia argentina de haber planificado el atentado a la AMIA.
El fiscal apareció sin vida un día antes de tener que sustentar su denuncia ante el Congreso.