"Conocemos las legítimas aspiraciones de Israel de paz y seguridad, y anhelamos que vuestro país conviva armoniosamente con sus vecinos y que desarrolle sus lazos con la Unión Europea", dijo Felipe VI durante una cena de gala ofrecida en honor del presidente israelí, Reuven Rivlin, que se encuentra de visita de Estado en España.
"Por eso, confiamos en que se pueda revivir el espíritu de Madrid que tantas esperanzas internacionales despertó en 1991", añadió.
En su discurso, el jefe de Estado español incidió en resaltar el buen estado de las relaciones bilaterales entre ambos países hasta el punto de afirmar que Israel siempre encontrará en España a "un socio, un aliado, un amigo leal y comprometido".
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Además, Felipe VI destacó los vínculos históricos españoles con el pueblo judío" y celebró el desarrollo en los últimos años de la ley por la que se concedió la nacionalidad a más de 5.000 sefardíes descendientes de los expulsados en 1492 por los Reyes Católicos.
Por su parte, el presidente israelí, Reuven Rivlin, ofreció un brindis para agradecer su hospitalidad al monarca español, ocasión que también aprovechó para desear una pronta solución a la crisis territorial en Cataluña.
"España es un país para nosotros, y Su Majestad es símbolo de esa unidad", afirmó antes de manifestar su deseo de que "todos los conflictos se resuelvan de manera pacífica
En su discurso, Rivlin también recordó la herencia de los judíos en España y celebró la apertura de la "indulgencia" y de un "proceso histórico de reparación".