En una entrevista exclusiva con Sputnik, Michalina Olszanska, que protagoniza la película, contó lo que piensa sobre la obra, cómo fue el proceso de rodaje en Rusia y qué opina sobre la polémica que causó.
En 'Matilda' la actriz polaca interpreta a Mathilde Kschessinska, una bailarina, también de Polonia, que a finales del siglo XIX y principios del XX logró captar la atención de toda la alta sociedad rusa no solo por convertirse en la primera bailarina del Teatro Imperial, sino también por protagonizar varios escándalos relacionados con la corte rusa.
Se rumoreaba entonces que mantuvo un romance con el príncipe heredero Nicolás Románov, futuro y último emperador de Rusia. Las escenas eróticas mostradas en la película entre Mathilde y Nicolás —canonizado por la Iglesia ortodoxa y venerado por muchos como un santo—, causaron mucha controversia en la sociedad rusa y fueron catalogadas por algunos sectores como falsas y difamatorias.
"Durante el proceso de rodaje nadie sospechó que se iba a levantar tal escándalo. Todo sucedió varios meses después. Para nosotros fue una gran sorpresa porque esa cinta cinematográfica es una simple historia de amor, sin muchos temas controvertidos", comparte Olszanska.
La joven actriz destaca que el escándalo no ha influido en su vida personal, a pesar de que la polémica en Rusia llegó a la prensa amarilla polaca. "Ya sabe, a las personas les encantan los chismes", ironizó entre risas Olszanska.
¿Qué la empujó a aceptar ese papel?
No conocía absolutamente nada sobre la existencia de Mathilde Kschessinska antes de recibir el guion de la película. No se habla absolutamente nunca de ella en Polonia. Cuando leí sobre la bailarina entendí lo extraordinaria que era y lo magnífica que era como artista. Era la Marilyn Monroe rusa de su época. Para mí fue todo un desafío.
A mi parecer, es una película bella. Sus escenas fueron filmadas en magníficos edificios, cámaras, palacios y, además, con esos fantásticos trajes. Siempre soñé con interpretar ese papel. En Polonia no filman películas así, sobre todo teniendo en cuenta que 'Matilda' es una película especialmente costosa.
¿El idioma ruso supuso algún problema durante el rodaje?
Sí, un poco. Debí memorizarme los textos, debí acostumbrarme, pero no tuve que aprender a hablar en ruso. La idea consistía en que más tarde alguien doblaría a mi personaje. Hace tiempo actué en una película checa en la que debí aprender el idioma checo. Pero me acostumbré. No es un gran problema, es mi trabajo.
No obstante, el idioma ruso no supuso un desafío tan grande como lo fue el ballet. Pensé que nunca lo lograría. Tuve que entrenar mucho, como un niño, de lo contrario mi cuerpo simplemente no se acostumbraría a esos movimientos. Tienes que ser capaz de moverte como un bailarín y es bastante difícil.
Esta fue su primera vez en Rusia. ¿Qué puede decir de San Petersburgo?
Realmente me encantó. Por supuesto, el invierno en esta ciudad es algo particular, por los altos niveles de humedad. Me encanta el agua y los canales de San Petersburgo son algo hermoso. Esta ciudad es realmente la Venecia del norte. Me enamoré profundamente de ella.
¿Por qué le gustó el guion?
Para mí, toda historia de la familia imperial rusa es algo resplandeciente. Por supuesto, todos conocen la historia de Nicolás II, de [su hija] Anastasia, conocen toda la trágica historia del último zar ruso y su familia. No obstante, yo nunca escuché sobre ese amor suyo. Da lástima, porque ella es una polaca y una mujer muy fuerte. Podría ser un símbolo del feminismo. Me parece extraño que nadie en el mundo hable de ella… Quizá así [tras la película] alguien hable de ella, se lo merece, es fascinante.
¿Qué aconsejaría a los futuros espectadores?
Les aconsejaría no esperar de la película una actuación tan polémica como las de [el controvertido director de cine] Lars von Trier. Esa no era la intención en absoluto. La idea fue filmar una película hermosa, llena de amor y pasión. Es solo una historia de amor entre dos personas que se quieren.