Se trata de un sistema de misil balístico intercontinental de combustible sólido y de pequeñas dimensiones. La reanudación de su fabricación sería una 'respuesta de espejo' a Estados Unidos, opina en un comentario al medio un especialista de la industria nuclear y de misiles que prefirió permanecer en el anonimato.
Para restaurar el equilibrio de poder, a Rusia le bastaría con desplegar sus armas de ataque en la región del Ártico, considera el experto. En este caso, el tiempo de vuelo de los cohetes rusos se igualaría más o menos con el de los misiles de EEUU, añade la fuente.
"En estas condiciones, el misil balístico intercontinental 15Zh59 Kurier serviría para dichos fines. [El arma] cuenta con dimensiones mesuradas que permiten esconder el misil en un contenedor de carga y enviarlo a cualquier parte del país disfrazado de un tren de carretera", apunta el especialista.