Hablando con el periódico financiero alemán Finanz und Wirtschaft, Lassonde constató una desaceleración significativa en la cantidad de grandes depósitos de metales preciosos que se están descubriendo. Mientras tanto, campos de oro legendarios, como Witwatersrand Basin, en Sudáfrica, Carlin Trend, en Nevada, y Super Pit, en Australia, están acercándose al final de sus ciclos de vida.
"Realmente no importa qué va a pasar con el precio del oro en los próximos años", dice el financista. "La producción está cayendo, y eso significa que la presión alcista sobre el precio del oro podría ser muy intensa", destaca.
En los años 70, 80 y 90, la industria de la búsqueda de este metal precioso encontró al menos un depósito de oro de más de 50 millones de onzas cada década, al menos 10 depósitos de más de 30 millones de onzas e innumerables depósitos de 5 a 10 millones de onzas. Sin embargo, en los últimos 15 años, no se ha encontrado ningún depósito de 50 millones de onzas, ningún depósito de 30 millones de onzas y solo unos pocos depósitos de 15 millones de onzas.
Además, se requieren siete años de media para que una nueva mina comience a producir metal precioso en cantidades comerciables. Las regulaciones en el sector son muy estrictas y la producción es muy cara. A diferencia de la industria petrolera, no se ha inventado ningún método de "fracturación hidráulica" para extraer oro de áreas difíciles de alcanzar, lo que también contribuye a la disminución de la producción.