"Escribo y hablo mucho sobre el oro y el asunto del bitcoin es de los que menos me gustan. Sin embargo, constantemente acaban por hacerme hablar en la televisión y en la radio sobre el tema de si es mejor el oro o el bitcoin (…) Para mí es como si te pones a hablar de si el oro es mejor que las sandías o si son mejores las bicicletas que el bitcoin. En otras palabras, es un tema con trampa", asegura Rickards.
El economista, autor de numerosas publicaciones sobre la crisis económica de 2008, insiste en que "no existe relación entre una cosa y la otra" pero que "a la gente le encanta debatir sobre el tema". El oro sigue siendo el rey y del bitcoin mejor ni hablar.
Así, afirma la entidad, el oro dura más que las criptomonedas porque estas son vulnerables al 'hackeo', a la regulación estatal y a las crisis económicas. La entidad, señala Rickards, recuerda que el oro mantiene su valor de compra mejor que divisas como el bitcoin y que es mucho menos volátil. El informe de Goldman Sacks es especialmente elocuente al tratarse de la entidad de la que se trata.
"El departamento de investigación de Goldman nunca ha mostrado ser amigo del oro. El hecho de que se decanten por él antes que por el bitcoin es mucho más revelador de lo que parece", advierte el economista.
Rickards, que ya ha dejado clara su postura hacia el oro en otras ocasiones, reconoce que "el bitcoin ha hecho millonaria a mucha gente", pero defiende también que "ahora mismo es una burbuja enorme".
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El economista se defiende de "los evangelistas" del bitcoin que lo consideran un 'tecnófobo' por menospreciar una moneda virtual. "Creo en el poder de las plataformas tecnológicas en las que se basan las criptomonedas", dice, y que se deberá apostar por esa tecnología en el futuro. Quizás entonces los bitcoines dejarán de ser sandías.