"Por cada aumento del 10% de la criminalidad los ingresos brutos de las empresas que componen la actividad turística del Estado retrocede, de media, un 1,8%", apunta el informe.
El estudio identifica que la sensibilidad al aumento de la violencia en este estado es mayor en los segmentos más dependientes del turismo, como la hostelería (-1,9%) y el transporte (-2%).
El sector turístico representa el 9,9% de los puestos de trabajo en el estado de Río y aproximadamente un 7% de su Producto Interior Bruto (PIB).
El estado de Río de Janeiro es el principal destino turístico de Brasil y las autoridades locales confiaban en el efecto beneficioso de los Juegos Olímpicos de 2016 para atraer más turistas, tanto por la infraestructura renovada como por la visibilidad a nivel mundial.
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Sin embargo, la crisis que atraviesa Brasil y principalmente el aumento creciente de los niveles de violencia frustraron esas expectativas.
El sector turístico teme que la situación empeore en los próximos meses, debido a los golpes en la imagen de la ciudad de Río como el reciente asesinato de una turista española en la favela Rocinha, que murió por disparos de la Policía Militar.