"La próxima reunión tiene como objetivo preservar los resultados logrados en la consolidación del régimen de cese de hostilidades en Siria, así como intensificar los esfuerzos para seguir estabilizando la situación en el país en la fase de transición a la resolución política de la crisis", adelantó el 27 de octubre el Ministerio de Exteriores kazajo.
La Cancillería informó asimismo que todas las partes del proceso negociador habían confirmado su asistencia a la reunión de dos días.
En el encuentro participarán también la delegación del Gobierno y la oposición de Siria, así como representantes de la ONU, EEUU y Jordania en calidad de observadores.
El 29 de octubre a la capital kazaja comenzaron a llegar algunas delegaciones, entre ellas la turca y la de la oposición armada siria, que ya celebraron un encuentro para debatir el despliegue de militares de Turquía en las zonas de distensión y el tema de los prisioneros de guerra.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Las negociaciones para buscar una solución a la crisis se mantienen en dos plataformas: la de Ginebra, auspiciada por las Naciones Unidas; y, desde enero de 2017, la de Astaná, copatrocinada por Rusia, Irán y Turquía.
El ciclo anterior de diálogos en la capital kazaja tuvo lugar a mediados de septiembre y culminó con la definición de los detalles de la cuarta zona de distensión en Siria, ubicada en Idlib, que también abarca una parte de las provincias de Latakia, Alepo y Hama.
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Las otras tres zonas de distensión se habían establecido en el suroeste del país (Al Quneitra, Suwaida y Deraa), en un suburbio de Damasco (Guta Oriental) y en el norte de la gobernación de Homs.