La reforma del sistema de inteligencia centra la discusión parlamentaria en Uruguay, luego de que un inmenso archivo con tres millones de fojas demostrara el poderío de las Fuerzas Armadas en Uruguay desde 1985 y al menos hasta 2004. La información obtenida por agentes secretos e informantes remunerados dejó al descubierto un sistema de espionaje en partidos políticos, sindicatos y movimientos sociales.
Una serie de documentos incluidos en los archivos bajo el título 'El funcionamiento de la CIA en Uruguay' sugiere que además de agentes directos, muchos eran remunerados no solo con pagos en dinero, "sino también con viajes al exterior, vacaciones para el informante y su familia o compra de casas", entre otros incentivos, dijo Núñez al programa Telescopio.
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La Comisión Investigadora encabezada por Núñez envió a la Cancillería uruguaya un informe para evaluar la pertinencia de citar a la embajadora de EEUU, Kelly Keiderling, para pedir explicaciones sobre el tema.
Los 3 millones de fojas fueron encontrados a partir de 2005, con la llegada del Gobierno del Frente Amplio, el partido al mando del país desde entonces. Parte fue hallado en instalaciones del Ministerio de Defensa —el llamado 'Archivo Berrutti', por la entonces titular de la cartera, Azucena Berrutti— mientras que otros documentos fueron obtenidos de un allanamiento de la casa de Elmar Castiglioni, coronel del Ejército.
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"La documentación que existe es muchísima pero no conocemos por qué se obtuvo. Conocemos la metodología con la que se llevaron adelante esas prácticas, pero nos gustaría conocer los fundamentos sólidos que motivaron que se desplegara un trabajo tan sistematizado, planificado y organizado", dijo Núñez, diputado por el Partido Comunista.
En los documentos consta también la realización de allanamientos ilegales, por ejemplo, de personas que se hacían pasar por funcionarios de la empresa de aguas para entrar a casas de exponentes partidarios o de organizaciones con el fin de buscar averías.
"Hacían una especie de recuento de lo que existía en esa casa: los cuadros, los libros, las banderas. Hacían un perfil ideológico de esa familia. En ese caso decían que eran marxistas-leninistas y frenteamplistas", explicó el diputado.
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Las investigaciones de la Comisión están previstas al menos hasta diciembre de 2017, pero dado el enorme volumen de documentos, es posible que se extienda por un plazo mayor, dijo Núñez a Telescopio.
"Si bien tenemos elementos contundentes tenemos que delimitar las responsabilidades para realizar un pasaje a la Justicia con todos los elementos y las pruebas que dan cuenta a las claras de acciones violatorias de la Constitución, las leyes y los derechos y libertades de cualquier uruguayo", concluyó.