A las 20.30 hora local (22.30 GMT) el Gobierno y sus aliados sumaban 160 votos a favor de rechazar la denuncia, lo que impedía que la oposición lograra los 342 votos mínimos que necesitaba para ordenar que se investigue al presidente, aunque la votación no concluyó todavía.
Los opositores sabían que no contaban con los votos suficientes para apartar al presidente, pero al menos lograron que la votación se produjera por la noche.
De esta forma los brasileños vieron en directo desde las televisiones de sus casas qué diputados "salvaban" a Temer, como dijo el diputado izquierdista Glauber Braga, del Partido Socialismo y Libertad, al explicar la estrategia.
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Al emitir sus votos, los aliados del Gobierno citaron como justificación para archivar la denuncia la debilidad de las pruebas y el perjuicio que el cese del presidente podría producir en la economía.
La fiscalía denunció a Temer por obstrucción a la justicia y pertenencia a organización delictiva.
Janot también denunció a dos de sus ministros, el de la Casa Civil (equivalente al cargo de primer ministro), Eliseu Padilha, y el de la Secretaría General del Gobierno, Wellington Moreira Franco, cuyas denuncias se estudian de forma conjunta.
Es la segunda vez en que Temer se salva de responder ante la justicia; el pasado mes de agosto los diputados archivaron otra denuncia que acusaba al presidente de un delito de corrupción pasiva, por haber recibido sobornos millonarios del grupo empresarial JBS.