"Los antivirus de Kaspersky detectan los virus con tanto éxito que considero que simplemente obstaculizan la realización de ciertos proyectos ilegítimos de los servicios especiales estadounidenses", dijo.
Más tarde, el fundador de la empresa aceptó testificar el 27 de septiembre ante el Congreso de Estados Unidos por las acusaciones contra su empresa, sin embargo la audiencia fue aplazada a una fecha indefinida.
En opinión de Kaspersky, su compañía simplemente cayó víctima de la lucha entre ciertas fuerzas políticas.
Supuso que los sistemas operativos desarrollados por esas tres empresas, como lo mostraron WikiLeaks y el exagente de servicios de inteligencia estadounidenses, Edward Snowden, pueden representar la amenaza para la seguridad de las personas y servir para realizar vigilancia ilegal.