"Por supuesto, los países miembros de los acuerdos de Astaná sobre la creación de las zonas de distensión coordinan sus acciones", dijo al responder sobre si Turquía coordina sus acciones con Rusia.
Agregó que "Turquía es responsable de la seguridad en las zonas de distensión y cumple sus funciones" sin proporcionar más detalles.
En 2017 Rusia realizó intensas gestiones diplomáticas junto con Turquía e Irán para superar la crisis en Siria, organizando en la capital de Kazajistán varias rondas de negociaciones internacionales para consolidar la tregua, durante las cuales se propuso crear las llamadas zonas de distensión en el país árabe.
Durante la última ronda de negociaciones en Astaná, a mediados de septiembre pasado, se definieron los detalles de la cuarta zona de distensión ubicada en Idlib, que también abarca una parte de las provincias de Latakia, Alepo y Hama.
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Las otras tres zonas de distensión se habían establecido en el suroeste de Siria (Al Quneitra, Suwaida y Deraa), en un suburbio de Damasco (en Guta Oriental) y en el norte de la gobernación de Homs.