"Pese a las declaraciones mentirosas provenientes de Washington, Londres y algunas otras capitales, no hay razón alguna para dramatizar la situación en torno al Mecanismo Conjunto de Investigación", dice el texto.
"Llamamos a los colegas estadounidenses de guardar una decencia mínima, porque en las relaciones internacionales civilizadas no es habitual tergiversar tan bruscamente la posición del oponente, ocupándose solo de "desenmascararlo" y denigrarlo", dice el comunicado.
Recuerda que el mandato actual de la misión expira el 16 de noviembre y que “tres semanas son más que suficientes para examinar el informe que se espera que haga el Mecanismo Conjunto de Investigación y decidir sobre el destino posterior del mecanismo”.
"Confirmamos la disposición de presentar, al recibir el informe, ideas concretas al Consejo de Seguridad en plazos breves para garantizar no con palabras sino con acciones la verdadera independencia, imparcialidad y profesionalismo en la investigación de los crímenes con el uso de sustancias toxicas", dice el texto.
"El objetivo (de los socios occidentales) no es determinar la verdad, sino utilizar las estructuras internacionales especializadas para aumentar la presión sobre Damasco", dice un comunicado.
Agrega que "durante los últimos años la 'troika occidental' (Francia, el Reino Unido, EEUU) bloqueó rigurosamente todos los intentos de Rusia de lograr que el Consejo de Seguridad de la ONU dé una respuesta a los crímenes de los terroristas con el uso de armas químicas; esto raya en un abierto encubrimiento de los terroristas".
Rusia vetó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la prolongación del mandato del Mecanismo Conjunto de Investigación de la ONU y la OPAQ sobre Siria que expira el 17 de noviembre.
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El documento fue apoyado por 11 países, Rusia y Bolivia votaron en contra, mientras China y Kazajistán se abstuvieron.
Rusia propuso aplazar la votación sobre la resolución correspondiente, sin embargo su propuesta fue rechazada.
La Cancillería rusa declaró que Moscú se pronunciará sobre el mandato de la misión OPAQ-ONU en Siria solo después de que presente su informe.
La oposición siria denunció el 4 de abril un supuesto ataque con armas químicas en la ciudad de Jan Sheijun, provincia de Idlib, que se saldó con más de 80 muertos, según la Organización Mundial de la Salud, que culpó a Damasco por la tragedia, pero las autoridades sirias refutaron la acusación alegando que todos sus arsenales químicos fueron retirados del país y eliminados en 2016 bajo la supervisión de la OPAQ.
El Gobierno sirio aseguró que nunca empleó sustancias tóxicas ni contra la población, ni contra la oposición, ni contra los terroristas.
El presidente sirio, Bashar Asad, negó que se hubiese producido un ataque químico y calificó el caso de provocación para justificar el bombardeo a una base aérea crucial en la lucha contra el terrorismo.
Por su parte, Rusia supuso que la tragedia de Jan Sheijun fue un montaje o resultado de un bombardeo de la aviación siria a arsenales donde los terroristas guardaban armas químicas.