"Estados Unidos está tratando de establecer un nuevo orden en Oriente Medio y con este propósito apoya a diferentes grupos terroristas en Siria, como Daesh —autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países— y a la rama del Partido de los Trabajadores del Kurdistán —PKK, proscrito en Turquía— compuesta por las unidades kurdas YPG", afirma Gurbuz.
"No importa cuántas veces digan que no es verdad, los hechos hablan por sí solos. Es bien sabido que EEUU despeja el camino para las YPG y Barzani —presidente kurdoiraquí— en su intento de crear un corredor kurdo", prosiguió.
Según Gurbuz, los cabecillas de Daesh pasaron muchos años en el campo de detención de Guantánamo y, en este sentido, para el experto es un poco extraño que al salir de dicha cárcel consiguieran crear un gran grupo terrorista y empezaran su sangrienta andadura en Oriente Medio usando armas que antes no podían encontrarse en la región.
Gurbuz puso de relieve que pese a las declaraciones de Washington de que no hay vínculos entre las unidades kurdosirias y el PKK, carteles con la imagen del histórico líder del PKK, Abdullá Ocalan, aparecieron en Al Raqa tras la liberación.
"En general, toda la operación para liberar Al Raqa tiene un carácter demostrativo y se parece más a un espectáculo de títeres. Durante esta ofensiva la política de doble rasero seguida por EEUU se ha hecho evidente", manifestó Gurbuz.
El entrevistado dijo que la meta principal de la política de Washington en la región es la creación de un 'corredor kurdo' hasta el mar Mediterráneo a través de los territorios de Irak y Siria.
Según el experto, Turquía es el mayor obstáculo para los planes de EEUU. Gurbuz, no obstante, se mostró convencido de que los estadounidenses acabarían desistiendo de sus planes para la región.