"Nos hemos visto afectados por una guerra que libran varios grupos armados legales e ilegales, quienes buscan tener el control territorial de la zona; podría decirse que están convirtiendo al municipio de Tumaco en el cementerio más grande de Colombia", señaló la colectividad indígena en un comunicado.
De acuerdo con la información, dos hombres descendieron de un automóvil y dispararon ráfagas de fusil contra Alirio Taicus Sabala y su hijo Geovanny Sabala Quistial, miembros de una familia cuyos otros integrantes han sido asesinados en el transcurso del último año.
"La carretera que de Tumaco conduce a Pasto presenta un riesgo inminente para nuestras familias Awá, muchas de ellas, buscando una mejor vida y otras huyendo de la violencia, se han asentado al lado y lado de la carretera, creyendo encontrar mejores condiciones de vida", explicó el comunicado.
Al respecto culparon al Gobierno central de la situación por hacer "caso omiso de lo que está pasando" y mostrar "su incapacidad en el cumplimiento de lo pactado en el acuerdo por una paz estable y duradera".
Finalmente, Unipa anunció que el sábado el Consejo de Autoridades Indígenas Awá se reunirá para analizar la crisis humanitaria que se vive dentro y alrededor de su territorio ancestral.
En las últimas semanas la región de Tumaco se ha convertido en un hervidero por el control territorial que buscan ejercer bandas armadas ilegales para hacerse con las rutas del narcotráfico y las plantaciones de coca que antes pertenecían a la ya desaparecida guerrilla de las FARC.
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Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), Tumaco, con más de 23.000 hectáreas sembradas, registra el 16% de todas las plantaciones de uso ilegal en Colombia.