"La situación de violencia es difícil para los líderes sociales en la región, sobre todo en las zonas apartadas en las que incluso casi no llega la comunicación y que era las que representaba José Jair", dijo a Sputnik el representante de la Asociación de Juntas de Acción comunal de los ríos Nulpe y Mataje (Asominuma), Glosman Calderón.
Asimismo indicó que desconoce la forma en que se registró la muerte de Cortés y el grupo responsable de ese asesinato.
"Sólo sabemos lo que ha salido en las noticias, porque estamos apartados del lugar donde ocurrió el asesinato", agregó.
El líder social era miembro del Consejo Comunitario del territorio de Alto Mira y Frontera, que en días pasados denunció la situación de emergencia humanitaria que viven campesinos afrocolombianos, mestizos e indígenas en la zona rural de Tumaco y Llorente por la presencia de grupos armados ilegales y por la violencia de la Policía Antinarcóticos.
En la actualidad otros seis líderes comunitarios de ese consejo comunitario están amenazados de muerte.
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Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), Tumaco, con más de 23.000 hectáreas sembradas, registra el 16% de todas las plantaciones de uso ilegal en el país.
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Durante ese mismo tiempo la producción de cocaína subió un 37%, de 520 toneladas en 2015 a 710 toneladas en 2016, lo que ha llevado a la Policía Antinarcóticos a intensificar sus acciones, mientras los cultivadores de coca piden al Gobierno que se les vincule a planes estatales de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos.