El 'boom' del esquisto comenzó cuando las empresas descubrieron cómo aumentar el volumen de petróleo que se extraía de este tipo de pozos, gracias a la aplicación de técnicas para la perforación horizontal y la fracturación hidráulica. Las perspectivas para la industria dependen de qué tan lejos se puedan sostener y extender las ganancias.
El primer problema es el tiempo que lleva perforar estos pozos. La eficiencia de las plataformas de perforación creció drásticamente entre el 2013 y el 2016. Sin embargo, la tasa de crecimiento parece haber disminuido, especialmente en las zonas de Eagle Ford y Williston, que incluye la formación de Bakken.
Otro factor es el cambio de pozos verticales a horizontales. Un pozo que corre horizontalmente a través de una capa de roca madre es mucho más productivo que uno vertical que simplemente atraviese una sección de esa capa. Así, parte del incremento reportado en la productividad de las plataformas desde 2011 fue simplemente el resultado de ese cambio a pozos horizontales, cuyas reservas han disminuido significativamente.
"A lo largo de su existencia, la industria del petróleo de esquisto ha exigido inversiones. Las compañías no han podido cubrir sus costos de perforación con sus ingresos y han necesitado infusiones constantes de financiamiento. Hasta ahora han tenido pocas dificultades para recaudar ese dinero, en parte porque los inversionistas querían compartir el milagro de la productividad de esas empresas. Pero los milagrosos días han terminado y hay es una realidad más monótona, ¿estarán dispuestos los inversores a respaldar a la industria con tanta voluntad?", se pregunta el diario.
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