"Se trata de una exploración presalina en la Sonda de Campeche que no tiene precedente" en la historia de la explotación petrolera de México, dijo la CNH en un informe de su reciente reunión extraordinaria.
Esa exploración representa un reto para la compañía, ya que "la profundidad programada es de 7.800 metros bajo el nivel del mar y tiene que atravesar un potente cuerpo de sal", añade el dictamen tecnológico.
En la aprobación del nuevo plan de exploración adicional de dichas asignaciones destaca que en una asignación para exploración y producción de crudo y gas (AE13-M-Pilar de Akal Kayab-04) la CNH le aprobó a Pemex la autorización para la exploración del Pozo denominado Yaxtab-1.
Las características del pozo exploratorio Yaxtab 1 de Pemex probarán un yacimiento presalino, localizado en aguas someras (50 metros de tirante de agua).
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El yacimiento se ubica a unos 95 kilómetros al noroeste de Ciudad del Carmen, Campeche, en las costas del Golfo de México, en la provincia petrolera llamada Cinturón Plegado Akal, en las cuencas del sureste de Pemex, octava compañía productora mundial.
Entre los tres más conocidos están el llamado Triángulo de Oro del Golfo de México, en la frontera marítima de EEUU y México, en Brasil y en los yacimientos de África sudoccidental, en Angola, explotados a grandes profundidades que ahora se alcanzan gracias a los avances de la tecnología de punta.
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El ejemplo más reciente es la Cuenca de Santos de Brasil, que a partir del primer descubrimiento en 2006, en los últimos ocho años la producción se disparó en ese yacimiento petrolero a 520.000 barriles de crudo diario.
El Estado mexicano espera inversiones por más de 60.000 millones de dólares, por los contratos firmados desde julio de 2015 a la fecha con petroleras extranjeras, públicas y privadas, para relanzar su producción que se ha derrumbado 40% en 12 años.
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La producción promedio mexicana en 2017 es de 1,90 millones de barriles al día, el peor nivel desde el año 1980.