Según datos de funcionarios, el primer ataque se produjo en la tarde del 18 de octubre contra un puesto de seguridad ubicado en la carretera Zaranj-Dilaram en la provincia de Nimroz y se saldó con cinco policías muertos y tres heridos.
El medio comunicó que la policía logró abatir a seis terroristas, mientras que otros ocho atacantes resultaron heridos.
El 17 de octubre al menos 15 policías y cinco civiles fallecieron tras la explosión de un coche bomba organizada por los talibanes en el distrito de Andar en la provincia de Gazni.
El mismo día varias bombas detonaron en la provincia de Paktia provocando más de 40 muertos.
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Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques que perpetra Talibán y, desde 2015, el autodenominado Estado Islámico o Daesh (organización terrorista proscrita en Rusia y muchos otros países).