Al agente "se le dio intervención como imputado con acceso a la causa penal", informó el ministerio público fiscal en un comunicado.
Perseguida por la fuerza federal, la comunidad mapuche se refugió entonces en un predio entregado a la multinacional Benetton y reclamado por esta comunidad originaria, al cual también ingresó Echazú.
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El gendarme, de 36 años, apareció posteriormente fotografiado dentro de ese territorio con una herida en el pómulo derecho, aunque él alegó que esa laceración se había producido al recibir una pedrada durante el desalojo.
"La semana pasada, luego de que los medios de comunicación informaran sobre medidas de prueba respecto de las lesiones que habría sufrido un gendarme, ese agente (Echazú) espontáneamente a los fines de ponerse a disposición de la investigación", informó la fiscalía de Esquel.
A cargo de su titular, Silvina Ávila, la fiscalía de Esquel aclaró que "ésta es la única participación que ha tenido cualquier integrante de la fuerza investigada en el expediente".
Es decir, que no es por una denuncia presentada por la Gendarmería Nacional que esta fuerza federal tiene acceso al legajo.