Mientras los bombarderos estratégicos B1-B Lancer de la Fuerza Aérea de EEUU ensayan conjuntamente con Corea del Sur y Japón sobre la península de Corea, en las aguas de la región se encuentran submarinos nucleares de ataque de la Armada estadounidense cargados con misiles de crucero, recordó el autor del texto.
Según el comandante Chad Hardt, oficial al mando del USS Tucson, la relación entre Corea del Sur y Estados Unidos tiene gran importancia para el país norteamericano y la visita a Jinhae es una oportunidad de fortalecer los lazos entre las dos naciones.
El columnista de NI consideró que la visita a Jinhae "está destinada a asegurar a Seúl de que Estados Unidos no abandonará a sus aliados".
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Majumdar apuntó, sin embargo, que la llegada del USS Tucson a Jinhae es también un recuerdo para los norcoreanos de que aunque Pyongyang no siempre pueda ver las fuerzas estadounidenses, EEUU posee una significativa capacidad de ataque de precisión a largo alcance que puede ser activada muy rápidamente.
"La presencia del USS Tucson en las aguas cerca de la península de Corea sirve como una advertencia a Pyongyang para moderar su comportamiento", subrayó Majumdar.
Los submarinos clase Los Angeles modernizados, como el USS Tucson, así como los sumergibles de clase Virginia, están equipados con doce tubos de lanzamiento verticales para misiles de crucero Tomahawk, destacó el autor del artículo.
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"Los submarinos, que son una de las plataformas más furtivas, pueden acercarse para lanzar sus misiles de crucero básicamente sin ninguna advertencia (…) y evitar que el enemigo adivine de dónde vendrá un ataque de misiles", concluyó Majumdar.