Frases como "el amor engorda" o "amar es engordar juntos", que se han convertido en clichés de las redes sociales, tienen su base científica más allá del sentido común. Ver películas, cocinar juntos, comer más y dedicarse menos a actividades físicas son hábitos clásicos de parejas que resultan en ganar peso frente a los solteros.
"Cuando estás buscando o iniciando una relación es cuando te esmeras más en hacer actividades físicas, en comer de forma saludable, en picotear menos, en el sentido de que eres consciente de que si cuidas de tu salud, cuidarás a tu aspecto físico y podrás tener más posibilidades de llegar a tener una pareja", observó.
Para el 81% de los entrevistados, el peso varía conforme la etapa de la relación. "Básicamente se analizó cuatro grupos de mujeres: que buscan pareja, que están iniciando una relación, que tienen una pareja consolidada, y que están en la época de ruptura", detalló Goday.
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Respecto a la vida social, mientras el 61% incrementa su vida social cuando no tiene pareja, el 34% la reduce cuando se encuentra en una relación consolidada. "Es decir, cuando ya tienes tu pareja conseguida, te preocupas menos por comer de forma saludable, por hacer ejercicio físico, por comer menos cantidades, por picotear menos comidas, te relajas probablemente porque ya no estás dentro del mercado, entre comillas", consideró el endocrinólogo.
Para la psicóloga uruguaya Mariana Álvez, "inconscientemente, como sabemos que nuestra pareja nos ama y que nos acepta tal cual somos es ahí cuando empezamos sin darnos cuenta a dejarnos estar un poco".
"El amor que nos tiene el otro va más allá de lo estético, entonces en algún punto empezamos a relajarnos, a estar más tranquilos, a no presionarnos tanto por el tema del peso, de lo físico y es ahí donde tanto 'relax' comienza a tener una incidencia negativa en nuestro peso", dijo la experta en psicología positiva a Sputnik.
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El vocero y directivo de la Sociedad Española de Endocrinología matizó, sin embargo, que los resultados arrojados pueden ser superficiales al tratarse de una encuesta de opinión, que no puede ser comparada con investigaciones clínicas. El médico advirtió además que la mayoría de los entrevistados en las cuatro categorías "cree que tiene una dieta saludable", pero resulta lo contrario.
"Cuando miras la cantidad de frutas y verduras que comen al día o la cantidad de carbohidratos, salen datos que indican que no hacen una dieta saludable, o sea, piensan que comen bien y no lo están haciendo", resumió.
En Estados Unidos, un estudio publicado por una publicación especializada en obesidad recopiló los resultados de una serie de investigaciones y ensayos entre 1990 y 2011 sobre el incremento de peso en relaciones estables y concluyó que, de forma general, se ha constatado que las personas engordan cuando pasan a estar en pareja. Dos de los artículos analizados indicaron que los participantes acompañados, hombres y mujeres, ganaron un promedio de 2 kilos al cabo de un par de años.
"También se ha llegado a una conclusión de que cuando comemos acompañados de otra persona terminamos comiendo casi un 35% más, entonces eso también llegaría a tener una determinada responsabilidad", agregó la psicóloga.
No obstante, otras investigaciones han señalado "que las personas solteras o separadas viven menos años y tienen enfermedades más graves que las personas con pareja o casadas", según Goday. "Aunque parezca lógico y es divertido pensar que cuando tienes una pareja te relajas y ya no te importa tanto el aspecto físico porque no estás en el mercado de la busca de parejas, no es muy concordante con otros estudios", completó.
"Lo que está clarísimo es que nosotros cuando comemos no lo hacemos simplemente porque tenemos un déficit de energía o de glucosa, sino por un cierto grado de ansiedad, de buscar una recompensa inmediata, de vencer una frustración. Básicamente, la comida desordenada, la que sabemos que no nos está haciendo bien la comemos con esos 'inputs'", concluyó el médico.