El primer factor, según el experto, es el papel creciente que hoy en día China desempeña en el comercio global y los mercados financieros. Todo va a depender de la decisión que el país asiático tome para solucionar el problema de la burbuja de créditos sin que este no cause daños a la economía doméstica y a la economía global.
No obstante, recientemente China, que actualmente es el mayor importador de crudo en el mundo, dio un primer paso para acabar con el dominio del dólar. Pekín lanzó contratos de futuros de petróleo en yuanes con su posible conversión en oro. Este cambio es crucial para el comercio global de petróleo, opina Hardy.
En particular la medida permitirá a China reducir sus masivas reservas de dólares. Además, en caso de que China — que de hecho ha acumulado enormes reservas de oro en los últimos años— permita a cualquier socio cambiar sus ingresos en yuanes directamente en oro, eso podrá reducir el interés de los países exportadores de crudo en mantener sus reservas en dólares.
De esta manera, China, de forma indirecta, pondrá a prueba a socios tradicionales de EEUU como Arabia Saudí que también en vez de dólares podrá optar por yuanes.
Cabe destacar que hace poco tiempo el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ordenó preparar un estímulo fiscal por el monto de dos billones de yenes [17 800 millones de dólares]. Dado que dicho estímulo será invertido en la economía nacional, la moneda japonesa podrá fortalecerse con relación al dólar.
Finalmente la tercera causa que podría coadyuvar el fin de la época del dólar como la principal moneda de reserva en el mundo es el empeoramiento de las relaciones entre EEUU y la UE. Será interesante ver por qué política opta la UE tras las elecciones que recientemente se celebraron en Alemania: "por la de una superpotencia independiente o no", se pregunta Hardy.
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