Las maniobras venideras serán protagonizadas por el grupo naval de la Armada estadounidense y los destructores surcoreanos equipados con el sistema de combate Aegis, que entrenarán la intercepción de los misiles balísticos de Corea del Norte.
Aunque parece que estos son ejercicios rutinarios, a juicio del experto, la participación de los submarinos nucleares de EEUU puede significar que las intenciones de los aliados sean mucho más serias.
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Según declaró una fuente en el Ministerio de Defensa de Corea del Sur citado por la agencia Yonhap, la parte estadounidense no informó acerca del destino del submarino. Por ahora se sabe que el buque recibió provisiones en el puerto surcoreano de Jinhae y pronto partió de la instalación. No obstante, no hubo ningún mensaje oficial acerca de este suceso, subraya el periodista.
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La última vez que hubo dos submarinos atómicos de Estados Unidos cerca de Corea fue en abril-mayo de 2017, durante uno de los períodos de escalada en la península. En aquel entonces el submarino Michigan llegó al puerto de Busan. Un poco después, a Trump se le escapó durante su conversación con el líder filipino Rodrigo Duterte que en las aguas coreanas navegaban dos submarinos nucleares a la vez.
El columnista considera que la situación en el área se ha agravado a partir de entonces así que "no se puede excluir que esta vez tal acumulación de armas estratégicas de Estados Unidos pueda ser usada para empezar una operación militar contra Corea del Norte".
Además, estas naves son aptas para llevar 24 misiles de crucero Tomahawk a bordo, que son capaces de realizar ataques de alta precisión contra los blancos enemigos ubicados a una distancia de hasta 3.000 kilómetros. El submarino Michigan por su parte puede portar hasta 154 misiles de esta clase e incluso puede estar equipado con misiles nucleares.
"La alta concentración de las fuerzas enemigas cerca de las costas de Corea del Norte puede hacer que Pyongyang realice más acciones tanto en el aire, como en el mar. Y entonces la 'misión secreta' de los submarinos estadounidenses puede convertirse en la 'evidente'", concluyó Olfert.