"Me parece una crisis inédita desde la transición democrática en el 78 en España hasta la fecha, creo que nunca hubo un momento más duro ni más álgido de parte del Gobierno central con respecto a ninguna comunidad autónoma", dijo Alonso, integrante de la empresa Opción Consultores.
Sin embargo, Puigdemont pidió al Parlamento catalán que mantuviera en suspenso la proclamación de independencia para dar espacio a un diálogo con Madrid.
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Horas más tarde, Rajoy le puso a Cataluña plazo hasta el 16 de octubre para aclarar si declaró la independencia o no y añadió que si Puigdemont responde que, efectivamente lo hizo, tendrá unos días más para desistir de aplicar la declaración.
"Todo lo que está sucediendo es nuevo y todo lo que ocurre parece increíble, se sigue profundizando la crisis", afirmó la analista.
Alonso cree que se está evidenciando un problema que ambos gobiernos arrastran desde antes del referéndum y es la incapacidad de sentarse a negociar.
Un día histórico
"El 1 de octubre fue un punto de inflexión no solo políticamente hablando si no también simbólicamente, creo que el relato catalán va a adoptar una épica muy grande luego de la represión que parte del pueblo de Cataluña sufrió de las fuerzas de seguridad del Estado español que va a tener repercusiones políticas", opinó Alonso.
Además de la incapacidad de negociar de los dos gobiernos, hay falta de voluntad política y ambos utilizaron la crisis territorial para realizar campaña política en sus circunscripciones en contra del otro, observó Alonso.
"Por esto se llegó a una situación tan crítica que hoy es muy difícil de revertir, pero es necesario que se revierta, porque de lo contrario las consecuencias van a seguir siendo graves tanto para Cataluña como para el resto de España", advirtió la analista.
Independencia incendiaria
"Si Cataluña hubiera declarado la independencia de forma unilateral hubiera sido una posición incendiaria e irresponsable", afirmó la especialista.
Puidgemont se encuentra en una situación "crítica" y esto cambia el escenario, pues los factores económicos tuvieron mucho que ver con su discurso, según la politóloga.
"Cataluña es una comunidad autónoma muy próspera, en parte también por la cantidad de inversiones y el número enorme de empresas que tienen su sede allí, y el hecho de que el Gobierno de España haya logrado que muchas de las empresas se fueran o anunciaran estar evaluando retirarse afectó la economía de la comunidad autónoma", dijo.
Entre las herramientas que la Constitución otorga al Gobierno central para intervenir en el autogobierno catalán se encuentra la aplicación del artículo 155, por la cual el Ejecutivo puede, en caso de que una Comunidad Autónoma se declare en situación de desobediencia, "adoptar las medidas necesarias para obligar a aquella al cumplimiento forzoso de sus obligaciones".
"Me parecería un desacierto muy grande que se pusiera en marcha el artículo 155, que en resumidas cuentas lo que podría implicar es la toma de responsabilidades que hoy están en manos de la Generalitat por parte del Gobierno de España", dijo Alonso
El requerimiento de la revocación de las decisiones que motivan al Gobierno español a reclamar la aplicación del artículo 155 es considerado como el primer paso para su activación.
Sin embargo, en sus distintas intervenciones ante el Congreso de los Diputados, Rajoy no hizo ninguna referencia a este artículo.