La tensión se da en el marco de las acusaciones de EEUU acerca de que sus diplomáticos comenzaron a sufrir trastornos acústicos y psicológicos atribuidos a ataques deliberados del gobierno cubano. Las primeras versiones surgieron en agosto, y el retiro del personal de la embajada en La Habana se concretó el 29 de septiembre. Como medida complementaria el 3 de octubre Trump expulsó a 15 funcionarios cubanos de Washington.
"Ellos están usando un equipo, cuyo nombre es LRAD, para el envío de mensajes que no pueden ser interceptados por las fuerzas de la Policía ni de la contrainteligencia cubana. Pero requiere toda una serie de medios de protección, que evidentemente no han utilizado y entonces se han visto afectados por las propias radiaciones que emite el equipo. El propio fabricante habla de que el mal uso puede traer efectos tales como sordera temporal, conmociones cerebrales, náuseas, dolores de cabeza, etcétera", expresó García Iturbe.