"Para mí no resultaría una sorpresa si nos sumamos porque definitivamente nos esforzamos al máximo para buscar una solución a esta crisis, si nos invitan, participaremos, máxime que los esfuerzos egipcios condujeron hace más de un año a la unión de algunos grupos opositores que se presentaron con un documento conjunto y una hoja de ruta", afirmó.
Según Lavréntiev, el tema se decidirá por los correspondientes canales diplomáticos.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Las hostilidades causaron más de 400.000 muertos, según las estimaciones de la ONU.
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En la sexta ronda de las consultas sirias de Astaná, celebrada los días 14 y 15 de septiembre los países garantes del proceso pacífico —Turquía, Irán y Rusia— anunciaron la creación definitiva de la cuarta zona de seguridad en la provincia siria de Idlib, en adición a otras tres lanzadas antes: en el suroeste del país (Al Quneitra, Suwaida y Deraa), en el arrabal damasceno de Guta Oriental y al norte de la ciudad de Homs.
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Estas zonas persiguen el objetivo de lograr el cese de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y las de la oposición, afianzar el armisticio vigente desde finales de 2016 y separar a los rebeldes de los grupos terroristas.
