"Una salida abrupta del TLCAN implicaría más una pérdida para los exportadores norteamericanos que para los exportadores mexicanos", dijo Videgaray en una extensa comparecencia ante el Senado.
"Si saliéramos del TLCAN, bajo las reglas de la OMC (Organización Mundial de Comercio, que remplazaría al pacto trilateral), los aranceles a los productos mexicanos en la mayoría de los casos son muy modestos, estamos hablando de aranceles promedio que no son superiores al 3,5%", comentó Videgaray que fue responsable de la cartera de Finanzas antes de asumir la cancillería tras el triunfo de Trump en los comicios estadunidenses.
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Los negociadores del Gobierno de México "tenemos que estar preparados a decir que no", y cumplir con la amenaza de levantarse de la mesa de negociaciones si EEUU pretende imponer nuevos aranceles, respondió Videgaray.
En la mayoría de su comercio internacional, México utiliza las reglas generales de la OMC, recordó el canciller, quien detalló que "solamente el 44% de nuestras exportaciones a EEUU utilizan las preferencias del TLCAN, y solamente la mitad del 51% que nosotros compramos de EEUU utiliza NAFTA", dijo mencionado el pacto por su siglas en inglés.
El clima en la mesa
Por su parte, el jefe de negociador mexicano, Ildefonso Guajardo, dijo el martes que los equipos negociadores de los tres países "son profesionales de carrera que se conocen desde hace mucho tiempo".
Guajardo dijo el martes en entrevista con el noticiario nacional Imagen que "no hay mucha sorpresas en la mesa, toda vez que sabíamos que venían cosas que no son optimas para la renegociación", desde que en julio pasado Trump envió una carta al Congreso con sus grandes objetivos en la negociación.
Trump expresó en aquella misiva su decisión de abrir una renegociación para un resultado favorable a EEUU, que revierta el déficit comercial negativo en su comercio con México y Canadá.
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El funcionario federal mencionó sobre todo la Cámara de Comercio de EEUU y a los exportadores estadounidenses, que "forman parte de un sistema de pesos y contrapesos en la economía estadounidense".
Hacia la próxima ronda de negociación en Washington, "faltaban muchos textos por aterrizar (…), con otros capítulos que podíamos cerrar relativamente rápido, como las reglas de competencia, las pequeñas y medianas empresas (casi completado en la sesiones anteriores en Canadá), unos seis o siete capítulos que podremos cerrar en la cuarta ronda".
Asimismo, una de las metas en las siguientes tratativas que arrancan el miércoles 11 de octubre en Washington es que "se pondrán en blanco y negro las posiciones fundamentales para saber qué tan distantes estamos para poder acercar" en las diferencias fundamentales que Guajardo llama "el hueso de la negociación".
Esa declaración desató la especulación en contra del peso mexicano, que "cerró la sesión del martes con una depreciación de 0,94% o 17.6 centavos, cotizando alrededor de 18,85 pesos por dólar", informó la casa financiera mexicana Banco Base que participa en el mercado de divisas internacionales.
Los comentarios de los funcionarios mexicanos ocurren luego de que diversos líderes del sector empresarial de México han señalado que resulta más conveniente para el país latinoamericano abandonar el TLCAN y sujetarse a las reglas de la OMC, que continuar con una renegociación desfavorable a largo plazo.
La cuarta ronda de negociaciones comenzará el miércoles en Washington, de las siete previstas, para renovar el TLCAN que cumplió 23 años en enero pasado.