Los convoyes partieron de una base militar de la ciudad de Zaragoza rumbo a Sant Boi del Llobregat —en los alrededores de la ciudad condal—. Madrid ordenó que los militares prestaran apoyo logístico a las unidades de las fuerzas de seguridad españolas que fueron enviadas a Cataluña para impedir la celebración del referéndum de independencia del 1 de octubre.
La orden de comenzar los preparativos para el trasladado de las tropas y el material llegó a las 19.00 (hora local) del 3 de octubre, solo una hora después de que se anunciara que el rey Felipe VI iba a pronunciar un mensaje televisado sobre la crisis catalana. En total, partieron dos convoyes formados por un total de 20 camiones.
Los militares trasladados a Cataluña ya llevaban una semana en estado de prealerta, es decir, que debían estar listos para ser movilizados en cualquier momento.
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Las autoridades españolas ya han informado de que sus fuerzas de seguridad no se retirarán del territorio catalán pese a las exigencias del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de que estas abandonen de inmediato las cuatro provincias de esta comunidad autónoma.
El medio español agrega que varias unidades de la Guardia Civil y la Policía Nacional se vieron obligadas a abandonar varias localidades catalanas a causa de la presión ejercida por los partidarios de la independencia.
Por el momento, se espera que los 10.000 efectivos de las fuerzas de seguridad españolas desplegados en Cataluña permanezcan en esta región.