"La Policía Nacional y la Guardia Civil no abandonarán ningún hotel en Cataluña donde haya un contrato en vigor", dijo en rueda de prensa Zoido tras reunirse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría para analizar la situación.
Miles de ciudadanos en múltiples puntos de la geografía catalana protagonizaron en los últimos días concentraciones frente a los hoteles donde se alojan los agentes desplazados a Cataluña.
Estas protestas se producen en respuesta a la operación policial desplegada el pasado 1 de octubre contra el referéndum de autodeterminación catalán, una convocatoria considerada ilegal por el Tribunal Constitucional.
Según datos del Departamento de Salud del Gobierno catalán, las cargas policiales de los agentes —que tenían órdenes judiciales para impedir la consulta— provocaron que 893 personas tuvieran que ser atendidas por los servicios de emergencias.
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El ministro Zoido calificó de "acoso totalitario" las protestas contra los hoteles de los agentes y anunció que "el Gobierno va a tomar todas las medidas que sean necesarias para frenar los actos de asedio".
El 2 de octubre el Hotel Vila de Calella expulsó a más de 100 agentes de sus habitaciones apelando al derecho de admisión y a raíz de los disturbios producidos por la madrugada por los agentes.
Las concentraciones vecinales ante los hoteles fueron respondidas en muchas ocasiones con cánticos de los agentes desde el interior de los mismos, donde corearon proclamas como "viva España" o "que nos dejen actuar".