Alrededor de 2,2 millones de catalanes, lo que supone un 42% del censo, participaron el 1 de octubre en un referendo suspendido por el Tribunal Constitucional de España.
La jornada electoral se saldó con 844 personas atendidas por los médicos, según el Departamento de Salud catalán; por su parte, el Ministerio del Interior de España menciona que hay 33 agentes heridos.
"Lo que vi en secuencias es ruin, increíble y antidemocrático", dijo Peumans a la compañía de radio y televisión RTBF.
"Europa no dio ninguna reacción, no lo entiendo porque es la tercera parte en el conflicto entre España y Cataluña, y creo que es la tercera parte que puede tener un rol de mediador", expresó.
El eurodiputado belga Sander Loones, también miembro de N-VA, declaró el domingo en las redes sociales que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, debe dimitir por no haber condenado la violencia policial el día del referéndum.
Juncker "hubiera debido estar en la primera fila para condenar la violencia y organizar mediación política", escribió Loones en su cuenta en Twitter.
Más tarde, el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, reafirmó que el Ejecutivo comunitario considera el proceso político catalán como "un asunto interno de España" y que la consulta independentista del domingo fue inconstitucional.
Schinas anunció también que Juncker conversará este 2 de octubre con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.