La primera —y el orden no supone jerarquía— fue que el humor será siempre para los mexicanos arma y coraza ante la tragedia, una forma de comunión ante cualquier dificultad; de ahí esas ocurrencias 'a la mexicana' que afloraron en medio del dolor para vindicar el imperio de la vida sobre la muerte, esa muerte que se exhibió incapaz de derribar a un país al que le robó unas 430 vidas en septiembre, esa misma muerte que recibió los dardos sutiles del ingenio.
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"De broma en broma, la verdad se asoma"
En toda obra de humor significativa, bajo la lectura primaria discurre una intención que va más allá de la risa alígera que provoca. En el meme referido, esos sujetos que "mueven a México" son los mismos que encarnan a una clase política que en los sismos del 7 y el 19 de septiembre dejó ver su nula empatía con una sociedad cuyo destino manejan, una clase política orillada por la presión social a tomar decisiones cardinales sobre las millonarias partidas de dinero público que recibirían para las campañas electorales del 2018.
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Los cuestionamientos no carecen de base, pues la reciente historia política de México se presta al 'sospechosismo' ante tamaña generosidad. De ahí que si la primera hace desconfiar del uso clientelar de los recursos por parte de MORENA y la segunda recelar de los privilegios que ser Gobierno le deja al PRI, la última hace sospechar de lo que supondría para la endeble democracia mexicana la entrada del financiamiento privado al juego electoral.
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LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK