"Lo que buscan es tener otro tipo de aval, es decir que intervenga la Unión Europea o algún delegado de la Organización de las Naciones Unidas porque, de alguna manera, hoy están en una situación donde son las víctimas de la brutalidad de la policía, por supuesto que allí les jugó a favor esa obstinación de (Mariano) Rajoy (presidente del Gobierno español) de no ceder a un diálogo", dijo Mangana, responsable del Programa de Política Internacional de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Uruguay.
Sin embargo, aclaró Mangana, "no tenemos que dejarnos engatusar por los cantos de sirenas porque Puigdemont también ha forzado esta situación, porque ha tomado decisiones unilateralmente" al convocar la consulta popular.
El 1 de octubre tuvo lugar un referéndum de autodeterminación en Cataluña convocado de manera unilateral por el Gobierno de Puigdemont, pese a que el Tribunal Constitucional de España lo había declarado ilegal.
En esa votación participaron 2,2 millones de personas, de las que un 90% optaron por la independencia, lo que según el Gobierno catalán le otorga el derecho de constituir una nueva república independiente.
El referéndum es considerado inconstitucional porque el artículo 2 de la Constitución española de 1978 indica que esta "se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas".
Era previsible que hubiera una situación de violencia, observó Mangana, quien es también responsable de la Cátedra de Islam y Mundo Árabe del Departamento de Formación Humanística de la Universidad Católica de Uruguay.
La violencia era esperable "desde el momento en que el presidente Puigdemont continúa adelante con el referéndum y, por otra parte, por la obstinación de un presidente del Gobierno central que no dio muestra alguna de ceder en el sentido de no solo hacer valer la ley sino realmente hacerse cargo, ambas figuras, de la responsabilidad política que tienen y de haber cedido ambos para buscar una salida negociada", explicó.
Como española, Mangana dijo sentirse "muy triste por lo vivido en Cataluña, por la fractura social que esto ha desencadenado en el resto de España".
España debe reflexionar
Además, "habrá que discutir si es justo o no el tratamiento a Cataluña", pero también otras comunidades autonómicas, como "el País Vasco (noreste) dirán su parte, pero también vendrá Galicia (noroeste), Extremadura (centro-sur) o Andalucía (sur)", reflexionó.
Lo que ocurra en Cataluña impactará en otras comunidades autonómicas.
"Debemos reflexionar si es viable la independencia no solo para Cataluña, sino para otras comunidades autónomas que pudieran tener algún tipo de veleidad respecto de una futura independencia, me refiero por ejemplo a Galicia", indicó.
Hay que evaluar "si es viable económicamente, si es inteligente como medida querer salirse del concierto de autonomías que supone hoy el Estado español, esto es lo que se debe debatir", sostuvo.
Le puede interesar: "Si no declaramos la independencia nos aplastarán"
El Gobierno central no reconoce la validez del referéndum porque fue declarado contrario a derecho por el Tribunal Constitucional y, además, porque no cumplió un mínimo de garantías procedimentales.