"Si se hace realidad la separación, [el Kurdistán iraquí e Irak] estarán combatiendo entre sí durante décadas (…), el problema no consiste en el pueblo kurdo, sino en los dirigentes kurdos que tienen sus intereses y planes", dijo Nasralá.
Añadió que, en su opinión, los líderes kurdos volverán a la mesa de negociaciones si los países musulmanes se oponen categóricamente a la separación.
Según la comisión electoral del Kurdistán iraquí, más de un 92% de los votantes apoyaron la independencia de la región.
Las autoridades de Irak calificaron la consulta popular de ilegítima y subrayaron que no negociarán con el Gobierno autonómico kurdo ni reconocerán los resultados de la votación.
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El referéndum también ha sido criticado a nivel internacional por EEUU, Irán, Turquía, la ONU y la Liga Árabe.