Se tardó cinco años en desarrollar este avatar que se basa en un modelo increíblemente preciso de la cara humana y el sistema nervioso, creado por ingenieros de software y neurofisiólogos.
BabyX se basó en imágenes de la hija de Sagar a los 18 meses y esta niña digital se ve increíblemente humana. Sabe sonreír, fruncir el ceño y seguir el movimiento de la persona que está delante de la pantalla del ordenador.
Para los desarrolladores de este tipo de humanoides virtuales, uno de los problemas más difíciles es minimizar el llamado efecto 'valle inquietante' para hacer sus creaciones lo más realistas posible. La empresa de Sagar, que trabaja en la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, es pionera en el campo.
BabyX consta de varias capas que imitan la musculatura y los huesos faciales. Pero también tiene un modelo detallado del cerebro humano que simula su proceso neural y químico interno así como un mecanismo de formación de la memoria. Su inteligencia emocional se basa en el aprendizaje automático y le permite expresar emociones con voz, así como reconocer las emociones humanas a través de una cámara e imitarlas.
"Son emocionalmente sensibles, no solo saben entender las emociones de las personas, sino también expresar sus sentimientos, como hacen los seres humanos", dijo al diario RBK Greg Cross, director de operaciones de Soul Machines.
El año pasado, Soul Machines recibió 7.5 millones de dólares de Horizon Ventures, inversor de Hong Kong que se especializa en la inteligencia artificial y la realidad virtual.
La compañía ya ha lanzado su primer producto comercial basado en la tecnología BabyX. Se llama Nadia, una mujer bonita de pelo castaño con la voz de Cate Blanchett. Sabe hablar, leer y chatear en línea y se utilizará para ayudar a las personas con discapacidades a aprender a interactuar con los servicios de la compañía dentro del plan nacional de seguro por discapacidad de Australia.