"Si la violencia extrema del Estado aplasta el movimiento y se impide la votación en una mayoría de los colegios, proclamaremos la República y declararemos la independencia", aseguró el parlamentario.
"Nuestro pacto contempla que tiene que haber referéndum y que se aplicará el resultado: si gana el sí se proclama la República, pero si gana el no todo terminará, y seguiremos con el statu quo", puntualiza el diputado.
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Sin embargo, señala que "también existe el pacto político de que si la violencia extrema imposibilita físicamente el referéndum, proclamaremos también la República".
Una vez pasado el 1 de octubre, el proceso administrativo que debe seguir la declaración de independencia dependerá del Parlamento catalán.
"La ley del referéndum nos dice que después del 1 de octubre se proclaman los resultados y deberá reunirse el Parlamento los días 4 y 5 de octubre para producirse la votación a favor de la República si en la votación gana el sí", afirma.
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Si se declara la República, entraría en vigor la Ley de Transitoriedad jurídica, que "garantiza la nueva legalidad catalana y republicana en la transición, desde la declaración de independencia hasta el final del proceso constituyente, que nos daría una nueva Constitución republicana y culminaría con unas elecciones constituyentes", señala.
Se acabó el diálogo
Una vez pase el 1 de octubre, la CUP se negará a mantener un diálogo con el Gobierno español para la celebración de otro referéndum, porque considera que "este será el legítimo".
Según Riera, después de este 1-O "el diálogo será de Estado a Estado".
Resistencia pacífica
La estrategia de la CUP para este 1 de octubre será "intentar una participación masiva" y una "resistencia pacífica si hay represión policial".
"Sabemos que habrá centenares de policías, incluso infiltrados; por eso nos inscribimos en la estrategia de Ghandi y Mandela y haremos una resistencia pacífica", concluye.