"El Gobierno no puede cerrar espacios de titularidad pública como centros de salud", explica Riera, que detalla que "todo el tejido social también puso a disposición de la causa sus sedes, incluida una parte muy importante de la Iglesia".
Ante esta situación, el parlamentario señala que "la policía no podría entrar en un lugar privado o en una Iglesia y cerrarla".
La CUP no descarta una alta represión por parte del Estado, sin embargo, asegura tener la confianza de que la población "será capaz de sobreponerse a esa represión a través de la desobediencia civil no violenta".
"Hay más de 70.000 personas para defender las escuelas, sólo de la comunidad educativa. Y miles de voluntarias para apoyar el buen funcionamiento de esta votación", explica Riera.
La formación independentista señala que esta represión por parte del Estado se debe "a que reconocen que este es un referéndum vinculante".
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"Si esto no fuese un referéndum vinculante, no tendríamos esa respuesta del Estado, tienen miedo de la voluntad popular, son demofóbicos. Lo vimos en el 9 de noviembre, donde no hubo tanta represión el día de la votación, porque solo era una consulta", señala el diputado.