"Durante un período de gran crisis económica, las sanciones contra Moscú de hecho se volvieron un suicidio [para Italia]", señaló.
Según aclaró el político, las "sanciones locas" contra Moscú causaron el cierre de pequeñas y medianas empresas italianas, que se especializaban en las exportaciones a Rusia. Salvini señaló que las pérdidas más significativas afectaron al sector de producción de muebles italiano.
"Es la realidad provocada por la política insensata de Roma y Bruselas", declaró Salvini.
Las relaciones entre Rusia y Occidente empeoraron en el año 2014, después de la crisis en Ucrania. Como consecuencia, varios países occidentales impusieron sanciones antirrusas. Moscú, a su vez, tomó medidas de repuesta.
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El Kremlin rechazó en numerosas ocasiones las acusaciones de haber interferido en los asuntos internos de Ucrania. Asimismo, la parte rusa ha declarado que el 'lenguaje de las sanciones' es contraproducente.