"Si todo hubiera acabado con un conflicto verdadero con Bielorrusia o Rusia (a raíz de las maniobras Zapad 2017), Polonia sería la primera víctima. Por eso está en los intereses de Polonia hacer todo lo posible para evitarlo. Y precisamente Polonia debería presentar la propuesta sobre la distensión y no echar leña al fuego ", dijo en una entrevista a Sputnik.
El próximo 25 de septiembre, en Polonia se inicia la fase activa de las maniobras internacionales Dragon 2017. Según el ministro de Defensa polaco, Antoni Macierewicz, los ejercicios obtendrán por primera vez un "carácter bastante agresivo" y anunció que en ellos participarán 122.000 soldados en vez de 17.000 anunciados anteriormente.
"Según las tradiciones de la propaganda occidental y en particular de la propaganda de la OTAN, se necesitaba justificar las propias acciones agresivas e infundir pánico con la así llamada agresión por parte de terceros países. Es la antigua estrategia de la OTAN que debería provocar en los polacos asociaciones con las semejantes acciones de la Alemania nazi en vísperas de la Segunda Guerra Mundial (…) que justificaba su agresión afirmando que solo se defendía", explica.
El experto agrega que la OTAN actúa de la misma forma.
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"Cada agresión nueva de la Alianza está anticipada por una 'preparación' propagandística que explica cómo la pobre OTAN y sus países miembros deberían defenderse de las intenciones agresivas de otros países", prosigue.
Rekas recuerda que las maniobras Zapad 2017 se interpretaban casi como un anuncio de guerra, sin embargo, "no acabaron con un asalto de Rusia contra Polonia o Lituania". No obstante, mientras "en el territorio polaco se están concentrando varios miles de militares extranjeros y numerosos equipos militares", los medios descartan que se trate de un 'acto de agresión' contra Rusia.
Por su parte, Lituania presentó una denuncia al respecto ante la ONU. Sin embargo, las advertencias no coincidieron con la realidad.
Rekas constata que "nos enfrentamos siempre con la agudización de la atmósfera de guerra en toda la frontera oriental de la OTAN y la occidental de Rusia y Bielorrusia".
"Todas esas enormes masas de tropas que llegan a Polonia, son un cierto elemento de la propaganda militar, capaz de convertirse fácilmente en trágica realidad para Polonia", recalca.
Además, recuerda que en los últimos meses la Alianza lleva a cabo una serie de maniobras: en Polonia, el mar Mediterráneo, Letonia, Alemania, Eslovenia, Rumanía y Bulgaria, —"lo que provoca la reacción de Rusia".
"La tensión se ha formado en el Báltico donde se basan las tropas de la OTAN. Existe una amenaza real. La presencia de los soldados de la OTAN podría resultar un antecedente para pasar de una 'guerra fría' a la fase caliente. Podemos recordar que EEUU siempre ha iniciado sus guerras imperialistas con una inundación causal de su buque o algún bombardeo (…). Los estadounidenses atacan a otros fingiendo ser provocados", subraya.

"La OTAN es un pacto agresivo que se dedica exclusivamente a los ataques. (…) Todavía no ha salvado a nadie de nada. Los ejercicios de la estrategia de carácter ofensivo, dirigida evidentemente contra Rusia y Bielorrusia podrían agravar el conflicto y profundizar la existente 'guerra fría'", pronostica.
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El experto destaca varios caminos de superar la crisis. Ante todo, ve necesario levantar las sanciones.
"Se necesita una distensión en las relaciones bilaterales, un respeto que serviría de serio respiro para las economías de Europa Central, ante todo de Polonia que sufre pérdidas por la guerra económica con Rusia pero en vez de apagar la guerra político-económica, los soñadores peligrosos que están en el poder, sueñan con una guerra real", concluye.