"[Este proyecto] está destinado a dañar a Irak y Siria para asegurar el acceso de Israel al agua y la energía. A partir del año 2005, [el primer ministro israelí] Benjamín Netanyahu comenzó a hablar sobre la necesidad de construcción de un oleoducto en [las ciudades iraquíes de] Kirkuk y Mosul, a través de Siria y hacia el mar Mediterráneo, para abastecer a Israel de una fuente estable de energía", mencionó el entrevistado.
A juicio del entrevistado, esto le convenía a Israel, así como le permitiría establecer el control sobre el flujo de petróleo y las fuentes de agua.
"[Tel Aviv] lograría vecinos leales del golfo Pérsico hasta la cuenca del Mediterráneo. Sin embargo, la firmeza de los sirios en la guerra actual no le permitió conseguirlo. Como resultado, [Israel] apostó por el 'proyecto kurdo' para dividir a Siria e Irak", indicó Sharifi.
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El analista puso de relieve que Bagdad, a su vez, mantuvo una posición prudente y equilibrada. Y añadió que las autoridades iraquíes tratan de solucionar el problema a través del diálogo. El Gobierno de Irak quiere resolverlo por la vía diplomática.
'Amenaza kurda' en Siria
Hasun informó que los planes de los militares suponen el restablecimiento del control sobre las tierras ocupadas por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), compuestas mayormente de unidades kurdas. "Podría decirse que las FDS son una filial de Daesh, puesto que ellos ocuparon las tierras sirias", manifestó Hasun.
El militar sirio puso de relieve que hay que luchar contra la 'amenaza kurda' ahora para prevenir su propagación en el futuro.