El diplomático ruso recordó que las zonas de distensión son "una medida temporal" prevista para seis meses con una posibilidad de prórroga en caso de necesidad.
"En ningún caso debe surgir el sentimiento de un posible precedente para la división posterior de Siria", aseveró Gatílov.
"El problema de desminado es muy agudo. Rusia hace todo lo posible para ayudar a la parte siria en este ámbito y evitar que haya más víctimas civiles. Es indispensable la participación de la ONU y de otros países en este trabajo", precisó.
Añadió que en la situación actual, "cuando centenares de miles de personas regresan a sus hogares, se necesitan recursos financieros y ayuda humanitaria".
En particular, Gatilov destacó que Moscú elogia "la cooperación eficaz" con los representantes estadounidenses y jordanos sobre la estabilización de "una gran parte del territorio sirio en el sudoeste del país".