"Confío en que lo que aprendimos hace 32 años con el terremoto previo nos dé más fuerza y sabiduría para afrontar lo que viene. Es momento de ayudar a los damnificados que se han quedado sin hogar", dijo a esta agencia Rojas Hernández, empresario de la Ciudad de México.
El hombre destacó que aún hay personas y niños atrapados en algunos de los edificios colapsados, pero "la ciudad entera y más allá se han unido para apoyar a rescatarlos".
"Hay muchos voluntarios, y hemos estado llevando víveres, insumos de primeros auxilios, incluso herramientas, palas, picos, sierras para ayudar a quitar escombros y tratar de rescatar a las personas", relató el mexicano.

El epicentro del temblor del martes se ubicó en una zona entre los estados de Puebla, Morelos y Guerrero, en el centro-sur de México.
El balance oficial hasta ahora es de 230 muertos, 1.900 heridos y decenas de miles de damnificados.
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Se trata del segundo terremoto devastador que sacude el país latinoamericano en menos de dos semanas, siendo el primero el de Chiapas el día 7 que provocó un centenar de muertos.