El periodista de Sputnik, Ígor Gashkov, señala que las exportaciones rusas crecen más rápido que las importaciones chinas: un 29,3% ante un 22,2% relativamente.
"Se trata no solo de la venta de los recursos energéticos. Moscú suministra a China diversos tipos de artículos: desde productos agrícolas a tecnologías telecomunicativas y maquinaria para la industria aeronáutica", explica.
Según el experto, en las relaciones económicas ruso-chinas "existe un umbral psicológico que las dos partes aspiran a lograr" que es el intercambio comercial por valor de 100.000 millones de dólares. El objetivo, recuerda, fue anunciado por el presidente ruso, Vladímir Putin, en 2014. Tras haber alcanzado 95.500 millones de dólares el mismo año, volvió a caer hasta 68.000 millones en 2015.
"En nuestro caso, se debe a la recesión, la caída de los precios del petróleo y la devaluación del rublo, mientras que los chinos han sufrido la reducción de la tasa de crecimiento que afectó a toda la economía mundial", dijo.
De acuerdo con Mozias, el 2017 resulta ser exitoso para ambas economías.
"Los índices de los últimos trimestres permiten afirmar que la reducción de la tasa de crecimiento china se ha detenido, para Pekín la situación se va estabilizando. En cuanto a Rusia, este año se pronostica un crecimiento del PIB de hasta un 2%", señaló.
Por su parte, Serguéi Sanakóyev, presidente de un centro analítico ruso-chino, destacó que actualmente Rusia suministra a China "más mercancías de alto valor añadido que a otros países del mundo todos juntos".
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"Se trata del sector de la aviación, el espacio y altas tecnologías atómicas. (…) Los productores chinos nos suministran a su vez máquinas industriales", precisó.
"Hoy día observamos que la maquinaria petrolera china no es inferior a la de los países occidentales. Antes la comprábamos a la UE y EEUU, mientras que ahora ha cambiado el vector", declaró.
Sin embargo, menciona Piotr Mozias, es prematuro sacar conclusiones y hay que ver cómo progresa la cooperación de los dos países.
"La estructura del comercio con China todavía no es muy ventajosa para Rusia. Predominan las exportaciones de materias primas y las compras de productos acabados. Pero hay que tener en cuenta que Rusia y China son dos economías complementarias. (…) En los últimos años crece el número de contratos inversionistas que abarcan ya no los hidrocarburos sino los servicios y la manufactura", aclaró.
En conclusión, el especialista enumeró los ámbitos que Rusia ya aprovecha y podría aprovechar próximamente en su comercio con el vecino oriental. "Son miles de productos agrícolas, de la industria alimentaria, de la aeronáutica y servicios de telecomunicaciones", explicó.
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