Los socios señalaron que el referéndum conduciría a un aumento de las tensiones en la región y subrayaron la importancia de proteger la integridad territorial del Irak.
Erdogan y Abadi calificaron de oportuna la prohibición del plebiscito por el Tribunal Supremo del Irak.
La convocatoria del referéndum en el Kurdistán iraquí, programada para el 25 de septiembre, fue criticada por varios países, entre ellos Turquía, en la que los kurdos representan la segunda mayor comunidad étnica y que lleva varias décadas luchando contra los separatistas del PKK.
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También se expresaron en contra de la convocatoria y a favor de la integridad territorial de Irak otros países como Alemania, EEUU, Irán o Reino Unido.