El vicepresidente iraquí y ex primer ministro Nuri Maliki, declaró el 17 de septiembre por la noche que no quería que el Kurdistán se convierta "en un segundo Israel". El responsable explicó que se niega a la creación de un Estado sobre bases étnicas o religiosas, como fue el caso de la creación del Estado de Israel en 1948.
Israel se ha convertido en el único país que apoya este referéndum. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha defendido "los esfuerzos legítimos del pueblo kurdo para lograr su propio Estado". Declaraciones que despertaron comentarios irónicos ya que el jefe de gobierno israelí no piensa lo mismo de las aspiraciones palestinas de tener un día su propio Estado.
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En una región mayoritariamente hostil a Israel, un estado Kurdo podría ser un aliado importante y un contrapeso a la influencia chiíta en la zona, según los analistas. Además Israel también tiene intereses económicos ya que importa petróleo del Kurdistán iraquí y tiene inversiones en la región.