Recientemente, el gigante asiático, apoyado por Rusia, comenzó a dar nuevos y decisivos pasos hacia la creación de una alternativa viable al dólar estadounidense en el ámbito del comercio y las finanzas.
Dichos planes de Pekín no tomaron por sorpresa a Wall Street ni a Washington, opina el economista estadounidense Frederick William Engdahl.
Hoy en día, el gigante asiático es el importador de petróleo más grande del mundo. Dado que este tipo de operaciones comerciales suele pagarse con dólares, las fuerzas que apoyan la moneda estadounidense temen que la irrupción de una buena alternativa pueda privarles de todas las ventajas que les ofrecía la compraventa.
Según el portal ruso Vesti, el lanzamiento de los contratos de futuros de petróleo en yuanes puede convertirse precisamente en una alternativa en Asia. En caso de que esto ocurra, el dólar "sería otra palanca de manipulación gigante (…) que China y sus socios petroleros, entre ellos Rusia, podrían eliminar".
Esta medida de Pekín puede conducir a que muchos países en Oriente Medio opten por contratos de futuros de petróleo en yuanes, en vez de adquirir el petróleo utilizando dólares.
"Rusia comparte la preocupación de los países que forman parte del grupo BRICS en lo que se refiere a la injusticia que reina en la arquitectura financiera y económica global, que no toma en consideración la creciente influencia de países con mercados en vías de desarrollo. Estamos listos para trabajar con nuestros socios (…) para evitar la supremacía de un número limitado de monedas", dijo.
Sin embargo, Rusia y otros países del grupo BRICS no son los únicos que apoyan la medida propuesta por China. Venezuela también quiere desvincularse del dólar.
Recientemente, este país latinoamericano dejó oficialmente de recibir y enviar pagos en dólares en transacciones relacionadas con la compraventa de crudo.
Este fue el primer paso que se dio en la región hacia la independencia respecto al dólar. Hace escasas fechas, los comerciantes de petróleo venezolanos comenzaron a convertir sus facturas a euros, mientras que los medios venezolanos comunicaron que el país latinoamericano también había empezado a cotizar el crudo en yuanes.
"Los pasos emprendidos por Venezuela demuestran la creciente debilidad de EEUU. Anteriormente, se consideraba que un país que no quería comprar dólares tendría que esperar el cambio de régimen en plazos muy cortos. Ahora la situación ha cambiado".
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