"Nuestra meta, de hecho, es hacer que el país vuelva a tener empleo para todos; para eso necesito contar con sus oraciones", dijo el ministro en un vídeo grabado especialmente para esta iglesia y difundido a través de redes sociales y grupos de Whatsapp.
Además, el artífice de la política económica del Gobierno de Michel Temer indicó que comparte con esos fieles cristianos las mismas ideas.
El mensaje fue grabado debido que el ministro no pudo asistir a un acto que la Asamblea de Dios realizó el pasado fin de semana y termina con el lema "Vamos a ayudar a Brasil; octubre, mes de la oración por la economía".
La Asamblea de Dios es, junto con la Iglesia Universal del Reino de Dios, una de las comunidades evangélicas más fundamentalistas de Brasil y tiene una nutrida presencia en el Congreso Nacional a través de numerosos parlamentarios conservadores que pertenecen a esta comunidad.
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Uno de sus fieles más conocidos es el expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, quien llegó a usar una iglesia de Río de Janeiro para blanquear dinero y ahora está preso por corrupción en el marco de la Operación Lava Jato.