La ofensiva empezó a las seis de la mañana como el estado mayor lo había acordado el día anterior.
Los acorazados se desplazaron a lo largo del cementerio urbano que exhibe sus múltiples figuras de mármol.
Hace menos de una semana por esta zona se producían enfrentamientos diarios entre los terroristas y los defensores de la ciudad.
Tras el fin del bloqueo el 5 de septiembre la guarnición recibió una caravana de pertrechos y se le unieron nuevas fuerzas desde el sur y el oeste de la ciudad.
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Precisamente desde el cementerio urbano las tropas gubernamentales comenzaron a romper el cerco que los terroristas mantenían sobre la base aérea.
Los aviones deben volar
El corresponsal de Sputnik acompañó a las fuerzas del Ejército hasta el aeródromo.
"Me alegra que no tuviera miedo y llegue hasta aquí. A su pregunta sobre el estado de la base, le puedo decir que la pista de despegue y aterrizaje está intacta y lista para los vuelos", dice el general Bader Hadl al corresponsal de Sputnik.
El general cuenta cómo sus hombres repelían las incursiones diarias de los terroristas, cómo vivían y cómo tomaron la decisión de no retroceder ni un solo paso en ninguna circunstancia.
"Pese a que la base fue desbloqueada, ninguno de los soldados se marchó, continúan vigilando el perímetro", indicó.
Las aeronaves pueden llevar decenas de toneladas de ayuda humanitaria a la ciudad en pocas horas, mientras que las caravanas de camiones requieren al menos 10 horas.
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La ayuda que el Gobierno sirio envía a la ciudad de más de 80.000 habitantes es insuficiente y Deir Ezzor sigue al borde de una catástrofe humanitaria.
Dejar sin oxígeno a los terroristas
El Ejército sirio empezó la operación en la zona de Huvedja en la que se ubica la única vía por la que los terroristas reciben pertrechos.
"Hasta el enemigo hay entre 50 y 100 metros, pero no verás a nadie y es que se ocultan en los túneles (…) Los terroristas en tres años prepararon muy bien sus líneas de defensa y sembraron de minas los accesos", señaló.
El estado mayor improvisado se encuentra en una casa semiconstruida a 600 metros de la línea del frente.
Dos generales y sus oficiales observan el terreno con sus prismáticos y dan órdenes a sus soldados.
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Los duros combates no cesan y los proyectiles zumban sobre nuestras cabezas.
"Los terroristas saben que este lugar es estratégico y por eso concentraron aquí gran cantidad de fuerzas", explica un oficial que resistió el asedio de la base aérea durante nueve meses.
Este 13 de septiembre tres vehículos cargados de explosivos se dirigían a la ciudad pero fueron detectados a tiempo.
La operación para la liberación total de Deir Ezzor empezó, sin embargo, nadie puede predecir cuándo terminará. Lo cierto es que ha llegado el momento de acabar con el terrorismo en Deir Ezzor y en toda Siria.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Las hostilidades, según datos de altos cargos de la ONU, han dejado hasta la fecha unos 400.000 muertos.
